El linaje de Radel se ha perdido en los albores de los tiempos. Su familia es descendiente de un clan que poco a poco ha desaparecido. A lo largo de los siglos han combatido a los seres místicos que existen en nuestro mundo, los cuales no han causado más que dolor debido a su ambición de poder y por el lado oscuro que los domina. Se dice que es descendiente del legendario y poderoso héroe Sigfried que mató a un mítico dragón, pero que la bestia antes de morir dijo que regresaría para causar más sufrimientos en el mundo, de manera que los ancestros de Radel desde entonces han combatido a los malos espíritus en cualquiera de sus formas. Cuando Radel era sólo un niño, una tragedia sacudió a su familia. Debilitados por años de combate, los padres de Radel perecieron en una batalla contra el Dragón Negro y otros espíritus.
Cuando Radel vio morir a su familia frente sus ojos, hizo la promesa de seguir lo que su padre le enseñó: nunca usar su espíritu si no fuese por una causa justa. Sabía entonces cual era su destino, y comenzó su duro entrenamiento con su hermano. Cuando ambos acabaron, decidieron dejar su hogar para buscar al Dragón Negro tomando cada uno caminos diferentes. Un miembro de su clan les dijo que la familia estaba casi extinta y deberían de ser muy cuidadosos y tener confianza en sus almas para tomar las decisiones correctas. Finalmente le dijo a Radel que debería ir con el patriarca de la dinastía Murakami el cual sabría como ayudarlo en su misión.
Radel se dirigió a Japón y perdió el rastro de su hermano que tomó un diferente camino. Una vez en Japón, conoció al patriarca del clan Murakami, también a Annie, una pequeña niña con poderes psíquicos, y a un misterioso gato negro que Annie adoptó. Annie estaba lista para ir a la aventura pero a Radel no le gustó la idea de verse guiado por una niña pequeña.
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