Se trata del primer juego programado para la Hyper Neo Geo 64, y al igual que pasara con su hermana mayor de 16 bits en el año de su lanzamiento (con títulos como League Bowling o Top Player’s Golf), quedaba patente desde el primer momento el enorme potencial de la placa, sirviendo este primer título como una primera toma de contacto con el sistema, tanto para los programadores como para el público.
Preparado para un juego simultáneo a 4 jugadores, dispone de cuatro circuitos y cuatro coches a elegir. El apartado visual se completa con varios ángulos de cámara diferentes seleccionables, lo cual dota al juego de una mayor adaptabilidad a los gustos de cada jugador.
Gráficamente el juego es muy bueno pero no alcanza la perfección que quizás algunos jugadores exijan a los juegos de conducción de ese año. Hay que decir en este aspecto que al ser el primer juego para la placa, se nota que determinados aspectos podrían haberse pulido, y de hecho mejoran en Xtreme Rally, el segundo y último título de conducción para el sistema. En este sentido podemos destacar la baja resolución que muestran las texturas de la pista en según que secciones, o la apariencia de algunos edificios, bastante mejorable en ocasiones. Sin embargo el juego es tan rápido que dichos detalles no destacarán demasiado desde un punto de vista general, quedando siempre en un segundo plano.
Por otra parte, su banda sonora compuesta por 4 rítmicas pistas de audio seleccionables por el jugador desde el inicio de la partida, ayudan a la inmersión en el tipo de juego, unas carreras de por sí trepidantes. Los efectos de sonido como ruido de chasis, derrapajes, aceleraciones o frenazos, completan el apartado acústico de una forma perfecta.
La jugabilidad es muy buena, y la acción frenética. Una vez seleccionado el vehículo, la trasmisión, el circuito y la pista de audio, da comienzo una carrera espectacular dotada de una dificultad digna de cualquier arcade de la época. Teniendo que dar varias vueltas al circuito en cuestión en una lucha constante contra el crono, son muchos los obstáculos que tratan de retrasarnos: saltos increíbles, giros endiablados, cambios de terreno y de agarre, tráfico de todo tipo incluyendo autobuses, etc. Si a eso le sumamos que nuestros rivales no nos dejarán adelantarles con facilidad, tenemos entonces un cocktail explosivo, que a buen seguro no nos dejará indiferente.
La vibración incluida en la máquina arcade, alojada bajo el asiento del conductor, añadía realismo al juego. La máquina arcade dedicada distribuida en Europa, fue fabricada por Gevin, al igual que ocurrió con otras máquinas o “macas” bajo licencia de SNK. |