En 1996 se lanzaba al mercado un nuevo título de fútbol para Neo Geo, que como otros tantos aparecidos en esa época, intentaba emular los mejores atributos de juegos como Super Sidekicks. Pero a pesar de tan buenos propósitos, Tecmo no consiguió tan difícil objetivo. Son muchos los factores que han hecho de este “clónico” un título más del montón, el cual pasó sin pena ni gloria en su momento por los salones arcade. Con el paso de los años ha caído todavía más en el olvido. Sus gráficos, su apartado sonoro e incluso su jugabilidad se quedaron a medio camino, algo que en plena competencia entre empresas programadoras de arcade, era un lujo que Tecmo no se debía permitir.

La primera impresión nada más ver la intro, es que estamos ante un título de calidad, pues la secuencia de movimientos utilizada y sobretodo el tipo de sprites que allí vemos, impresionan.

Sin embargo, es precisamente cuando comenzamos a jugar cuando nos damos cuenta de las grandes carencias gráficas, para cada característica que analicemos. Para empezar, los sprites, no tienen en absoluto un nivel de detalle aceptable, es bajísimo y apenas distinciones entre jugadores. Con el juego en movimiento, pareciera que estamos jugando con todo un equipo formado por clones. Por otra parte las animaciones son quizás las peores vistas en un título de fútbol para Neo Geo, puesto que para cada movimiento contaremos con un número muy escaso de frames. El resultado es que los sprites en movimiento se ven toscos, a medio hacer, y no se muestra en definitiva un juego realista.

Con los estadios ocurre lo mismo, al carecer de un mínimo nivel de detalle, parecerá que constantemente jugamos el campeonato en el mismo campo, algo que hace del juego una experiencia demasiado monótona. Durante la partida encontraremos algunos alicientes, como por ejemplo las ilustraciones, realmente bien hechas sobretodo en momentos clave como al marcar gol. Sin embargo, su parecido con las que veíamos en Super Sidekicks es tan evidente, que no podremos evitar compararlas, restando originalidad creativa al título de Tecmo.

Aunque con buena presencia, pronto el apartado sonoro cae por sus propias carencias, teniendo defectos que no pasarán desapercibidos incluso por un jugador casual. Las músicas por su parte son escasas, pues como en otros tantos títulos, carece de melodía ambiental durante los partidos, relegándose únicamente a situaciones como el title screen, menús, celebración de goles, etc.

Los efectos de sonido son los que verdaderamente desentonan por muchas razones, entre las cuales destacamos en primer lugar, el extraño sonido del balón al ser golpeado, siendo un sonido más propio de un beat'em up, que no de un juego de fútbol. Por otra parte, las voces en inglés tienen un acento oriental demasiado evidente, y palabras como “Gooor” desmerecen el acabado final.

En lo positivo, como suele ser habitual en este subgénero, tenemos el clamor del público durante el partido, muy bien conseguido. Se consigue una ambientación que por desgracia, se enturbia debido a los otros problemas antes comentados.

En Tecmo World Soccer '96 vamos a tener unos controles divididos en dos categorías, según tengamos o no el balón:

La jugabilidad que nos encontraremos dista mucho de lo que podemos encontrarnos en otros títulos más punteros. La mecánica ha sido creada para que podamos revivir esas situaciones en los partidos reales en las que dos jugadores del equipo contrario se encuentran con el balón y deben hacer uso de sus habilidades para engañar al contrario, ya sea atacando o defendiendo. Pues bien, esa situación recibirá el nombre de “Faint”, y por desgracia caerá como una losa sobre cada uno de los partidos. Porque en lo que en principio podría ser una característica que pudiera añadir una cierta profundidad, acaba siendo un parón tras otro en el curso normal del partido. Al ocurrir tan a menudo, conseguirá un desarrollo del encuentro muy tosco, con demasiadas interrupciones.

Además el propio sistema de superar el Faint es demasiado repetitivo, debiendo mover siempre el joystick arriba o abajo y luego aprovechar a moverlo a izquierda o derecha para burlar al defensa. Y es algo que no cambiará nunca, por más que nos encontremos en puntos diferentes del terreno de juego. Otro problema que también nos encontramos es que existen serios problemas en cuanto a la selección automática de jugador al que haremos un pase, pues muchas veces ocurrirá que si queremos pasarle el balón a uno en concreto, la CPU asignará otro como destinatario del esférico, teniendo que corregir en esos momentos y de forma inesperada, el ataque o defensa.

Por último, también podemos ser testigos de ciertos fallos en la finalización del encuentro, y de este modo, si por ejemplo al disparar a portería el partido acaba justo antes de que entre, dicho gol no valdrá y no contará como tal. Algo que otros títulos de la primera hornada también estaba presente, como Soccer Brawl, pero que en 1996, su año de lanzamiento, no procede en absoluto.

Es un título sin grandes pretensiones, con algunos alicientes sobretodo en lo que se refiere a las situaciones de Faint, pero que en definitiva no convence al no haberse implantado de forma correcta. El interés es más bien anecdótico, pudiéndose jugar alguna vez, pero que en caso de gustarnos el género, acudiremos a otros mucho mejor programados.

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