Pochi and Nyaa tiene una de las génesis más curiosas de todo el catálogo. Comenzó siendo un spin-off para recreativas de la saga Puyo Puyo, creado por Compile, su desarrolladora original. Pero en 2002 Compile quebró, y los derechos de Puyo Puyo quedaron íntegramente en manos de Sega (poco después renovarían la serie con Puyo Puyo Fever).

Más tarde siguió en desarrollo al fundarse Aiky a partir de las cenizas de Compile. Se mostraron nuevas imágenes del juego, y algo era diferente. Antes, el juego se había diseñado para la plataforma Naomi con gráficos en alta resolución. Ahora, la plataforma había cambiado a MVS de SNK, con el consiguiente cambio de resolución. Además, el juego finalmente sería publicado por Taito.

El argumento nos cuenta que en un mundo paralelo al nuestro, existen multitud de dioses los cuales son venerados por la gente. De entre todas las deidades, hay dos dioses especialmente famosos, Pochi, el dios perro, y Nyaa, el dios gato. Cada 1.000 años, ambos organizan un torneo para decidir cuál de los dos va a ser el que tenga más fama de entre todos los dioses. Pero para poder llevarlo a cabo, necesitan de los humanos. Por ello le ofrecen a Prim, una joven bruja novata, la posibilidad de ser ella quien entre en el torneo...

Vamos a encontrarnos con un conjunto gráfico bastante sólido, pues el juego ha sido cuidado para que todos los elementos de los que consta este apartado, cuadren en una ambientación muy conseguida. Analizando dichos elementos por separado, vemos unos sprites no demasiado elaborados en lo que a piezas se refiere, pues si nos fijamos bien vemos que en cuanto al diseño sólo se nos presentan unos pocos tipos, al margen del color: fichas-perro (Pochi), fichas-gato (Nyaa), sus homónimos detonadores y las fichas blancas correspondientes a Pochi y a Nyaa. Total, seis diseños diferentes, bastante escaso en número, aunque en conjunto nos de la sensación de ser bastante más variado. Sus animaciones son igualmente escasas, pues en resumidas cuentas únicamente las veremos en movimiento al ser depositadas durante el juego, con un movimiento de tipo muelle bastante conseguido pero simple a fin de cuentas.

Al margen de las fichas nos encontramos con unos backgrounds llenos de color que nos muestran las figuras de los rivales en un diseño manga de gran calidad, y complementado con esporádicas apariciones de los mismos en el plano frontal. Estos taparán parte del área de juego unos instantes, tras hacer algún movimiento importante durante la partida, por ejemplo al enviar al rival numerosos bloques blancos.

Las ilustraciones tendrán igualmente un estilo anime bastante marcado, destacando las que nos explica la historia, aunque no serán las únicas, pues entre enfrentamiento y enfrentamiento los rivales tendrán varias escenas de diálogo, siendo bastantes en número a lo largo de toda la aventura.

Como no podría ser de otra manera en un juego de fantasía y puzzles, contamos con unas melodías muy agradables al oído las cuales crean un ambiente adecuado con los gráficos, durante toda la partida. Además tienen una buena composición, y esta calidad se traduce en la facilidad para ser recordadas tras acabar de jugar, pues son verdaderamente pegadizas. No serán demasiadas en número eso si, ya que disponemos de sólo una melodía durante los enfrentamientos, aunque al incluirse otras diferentes mientras nos explican la historia o el uso de botones y consejos del tutorial, no se hace un conjunto cansino, al contrario.

Los efectos son suficientes en número como para complementar la acción sea lo que sea que esté pasando en pantalla, desde los sencillos golpes al depositar las piezas, los gritos al destruirlas, las explosiones al hacer detonar las piezas coincidentes, o las voces de los personajes principales que a pesar de ser extremadamente agudas, no desentonan para nada en una ambientación de fantasía como es el caso.

Pochi & Nyaa nos ofrece una alternativa bastante diferente a lo acostumbrado en el catálogo. Durante la partida, deberemos mover una serie de fichas que caerán desde la parte superior del área de juego. A medida que caigan, deberemos ordenarlas por colores, tanto en vertical como en horizontal pero nunca en diagonal, y de este modo esperar el momento propicio para detonar esas coincidencias de color, mandando al rival una serie de bloques blancos cuyo número dependerá del número de bloques del mismo color que hayamos destruido.

Los controles básicos son los siguientes:

Los modos de juego son tres:
- Pochi Nyaa Attack: es el modo individual considerado como el modo historia, pues no nos enfrentamos a ningún rival a pantalla dividida.
- 1 Player Pochi Nyaa: nos enfrentaremos contra varios adversarios controlados por la CPU.
- 2 Player Pochi Nyaa: para jugar en modo dos jugadores.

Para destruir los bloques, vamos a necesitar cambiar la apariencia de la pieza al aspecto de un detonador, podría decirse, y será el único modo de deshacernos de las coincidencias de color que hayamos realizado. Esto significa que se dejan de lado las desapariciones automáticas al uso, sino que esto va a depender de nosotros, convirtiéndose en un elemento estratégico más. Al destruirlos, vamos a mandar al rival un número determinado de bloques blancos que no pueden combinarse y que deberemos destruir combinando colores de los bloques jugables. Al hacer desaparecer dichas piezas de colores, destruiremos los bloques blancos adyacentes a éstas, siendo pues una tarea ardua si pretendemos despejar la zona de juego con cierta rapidez.

Sin embargo en el propio sistema de juego es donde radica uno de los problemas, y es que acaba convirtiéndose en una serie de partidas donde lo que importa es llegar lo más arriba posible y en el último momento activar el detonador para poder mandar al rival el máximo número de bloques blancos que podamos, y de este modo ganar la partida en casi un solo movimiento de destrucción. A la larga se convertirá en la tónica habitual, haciendo que se vuelva un juego tedioso y carente de frescura, carente de partidas diferentes unas de otras.

Otro problema es que no sabremos a ciencia cierta cuántas combinaciones vamos a conseguir al hacer explotar un detonador, puesto que al explotar una serie de bloques de un color, muchas de las piezas restantes van a reorganizarse, imposibilitando saber con certeza si conseguiremos reunir las piezas blancas suficientes para el rival o no.

Por último destaca la alta dificultad, sobretodo debido a la velocidad con la que la CPU mueve los bloques, haciendo imposible rivalizar contra ella. Por si fuera poco encontraremos una plantilla de adversarios con una dificultad para ser derrotados bastante desorganizada, no siguiendo un patrón creciente como es lo habitual. Podemos intentar vencer al quinto rival varias decenas de veces y una vez vencido, pasar al sexto y ganarle a la segunda, tan caótico es en este aspecto.

Aunque la jugabilidad es novedosa, no acaba de cuajar dentro de lo que es el género puzzle al ser a la larga una mecánica que nos obliga a llevar a cabo la misma estrategia una y otra vez, esto es, ordenar los bloques hasta casi llegar al punto de Game Over y una vez allí, detonar los colores que podamos.

A esto hay que sumarle la enorme dificultad, pues la CPU es muy rápida y nos obligará a no bajar la guardia ni un solo instante. En suma, se consigue que lo que parecía ser una buena idea de fondo, en realidad acabe pasando desapercibida para el público arcade. Pochi & Nyaa no es demasiado rejugable, habiendo otras alternativas bastante mejores.

No disponibles.