En el año 2000, los estudios Eleven y AM Factory nos sorprenden con este arcade, el primero del género SSP (Single Screen Platforms, o pantalla única de plataformas), para el sistema Neo Geo. Curiosamente, no se trata del primer juego del catálogo programado tipo Snow Bros (toaplan, 1990), sino el tercero, ya que tanto Zupapa! como Bang Bang Busters habían quedado como prototipos al no pasar los requisitos exigidos por SNK para ser lanzados a la venta.

El argumento narra las aventuras de un enterrador que vivió hace muchos años en un pequeño pueblo remoto. Debido a su desagradable aspecto, vivía en un rincón del cementerio, apartado de todo el mundo. Un buen día se encuentra con que algunas tumbas han sido abiertas, y han desaparecido algunos cuerpos. Temeroso de que el pueblo se entere de lo sucedido, emprende una cruzada personal contra los ladrones de tumbas, para evitar que hagan más daño. Desde ese momento, cada medianoche nuestro enterrador patrulla el cementerio...

Tiene un diseño propio que lo hace diferente a cualquier otro juego del catálogo. Su ambientación tétrica consigue atrapar al jugador en una aventura dentro de una serie de mundos oscuros y llenos de criaturas terroríficas, proporcionando una experiencia visual muy satisfactoria. Los sprites de nuestros protagonistas y de los enemigos a pesar del reducido tamaño (lógico, teniendo en cuenta el género) tienen un nivel de detalle muy bueno, muy realista. La variedad de los enemigos estará a la orden del día, pues cada mundo tendrá sus enemigos personalizados, con ataques y patrones bien diferentes unos de otros. Las animaciones de los sprites son muy fluidas y algunos efectos están realmente conseguidos, como por ejemplo el disparo de fuego de nuestro protagonista, las letras que desaparecen en pantalla como si de sangre se tratara, o la manera en que desaparecemos y aparecemos en cada fase.

Diferente es la fluidez de la acción global de la partida, puesto que en bastantes momentos veremos descender el framerate de forma considerable, al coincidir demasiados sprites en pantalla. Sin duda un aspecto que perjudica la jugabilidad.

Las localizaciones mostradas en los backgrounds son adecuados en una ambientación de ultratumba como es el caso. Toda la acción discurre en el interior de nuestro cementerio, y cada uno de los mundos mostrará un lugar diferente dentro de esos límites. La luna llena, algunos nichos, unos árboles con las ramas retorcidas o un mausoleo, serán algunos de los puntos donde libraremos nuestras batallas. El frontground que nos dibuja el mapa de plataformas en si, está igualmente cuidado, diseñado para asemejarse a niveles hechos de ladrillo y tierra, muy acorde con esa ambientación.

La paleta de colores es muy peculiar, con un uso magistral de tonalidades oscuras y apagadas. Los escenarios y los sprites forman en conjunto uno de las ambientaciones más originales y sólidas del catálogo, siendo uno de los puntos fuertes, si no el que más.

Los demás elementos complementarios tales como intro, ilustraciones y endings van a ser muy escasas, habiendo sido preferible un mayor esfuerzo en este aspecto para tener un acabado más completo.

El acabado sonoro es muy bueno, tanto a nivel de músicas como de efectos. Las melodías brillan con luz propia al tener una composición muy madura, alejada de los típicos tonos de juegos arcade donde las notas agudas reinan en la partitura. En este caso los graves hacen acto de presencia, y protagonizarán el hilo conductor de la melodía, resultando unas piezas más adultas, acordes igualmente con el estilo de juego y su peculiar ambientación. Asimismo las músicas correspondientes a los bosses tendrán algunas percusiones y ritmos que indicarán el peligro al que nos exponemos al luchar contra tan temibles adversarios. Todo un lujo.

Los efectos de sonido a pesar de no destacar tanto como las músicas, siguen esa línea de sonidos contundentes, graves y realistas, lo cual nos acerca aún más a ese clima tenebroso y amenazador. Sonidos de saltos, explosiones, bonus, fuego, y un largo etc se encargarán de añadir ese plus de contundencia a un apartado visual de por si muy conseguido.

A pesar de ser tres los botones activos, en realidad contamos con dos para superar la aventura:

Deberemos acabar con cada uno de los enemigos que aparecen en pantalla, para poder pasar a la siguiente fase. En esta ocasión, el juego se compone de cinco mundos con cinco fases cada uno, siendo la última la correspondiente al boss de turno. Jugablemente hablando, es un Snow Bros sin demasiadas complicaciones ni añadidos extra, pues el personaje carece de movimientos especiales o capacidades que vayan más allá de la velocidad o potencia de disparo.

El movimiento por las plataformas está más limitado que en otros juegos del género. Aquí, nuestro protagonista puede subir niveles allá donde el jugador quiera, sin embargo no podremos bajar con la misma facilidad, puesto que únicamente lo podremos hacer allá donde existan huecos entre plataformas, dejándonos caer. Esto en principio nos puede parecer una limitación en la movilidad del protagonista, lo cual ciertamente lo es, sin embargo nuestros enemigos también contarán con esa limitación, de manera que durante la partida nos podremos mantener a salvo estando debajo de ellos, pues no podrán bajar hacia nosotros a menos que vayan hacia esos huecos del mapa. Diferente será que estemos por encima, pues al igual que nuestro protagonista, ellos también podrán saltar en cualquier momento, pudiéndonos acorralar si bajamos la guardia.

Los ítems son numerosos aunque no deja de ser una copia de Snow Bros, cambiando a veces colores y poco más. Vamos a encontrarnos con ítems de todo tipo, algunos positivos para nosotros, como los de vida y potenciadores, aunque también negativos, como una calavera que nos quitará todos los potenciadores si pasamos por encima de ella.

En cuanto a dichos potenciadores, tendrán forma de pociones, y serán de tres tipos, todas ellas limitadas a un solo nivel es decir, no aumentarán nuestras habilidades si seguimos cogiendo ítems de ese mismo color (se traducirán en bonus de puntuación). Son las siguientes:

- Pócima roja: aumenta la potencia de disparo. Si los enemigos deben destruirse con seis disparos, al coger esta pócima bastarán con tan solo tres disparos para acabar con ellos.
- Pócima azul: aumenta nuestra velocidad, indispensable para luchar contra algunos bosses, y poder esquivar rápidamente sus ataques.
- Pócima amarilla: aumenta nuestro rango de disparo, útil para no tener que acercarnos tanto a nuestros enemigos.

Jugablemente no aporta nada más al género. Parte de una base excelente, un apartado técnico que le da muchísima personalidad, pero rápidamente la acción se desinfla ya que no contamos con movimientos que vayan más allá de lo visto en otros títulos y que nos permita afrontar la aventura de maneras diferentes.

La dificultad no es elevada en absoluto, pudiendo controlar cada una de las fases en unas pocas partidas. Encontraremos algunos picos de dificultad bastante importantes, destacando la fase de las gárgolas y del final boss, momentos en los que podemos pasar algún apuro.

También nos encontraremos con algún que otro detalle que podría haberse pulido. Uno de ellos es el sistema de colisiones, puesto que nuestro tiro parabólico en algunas ocasiones no impactará en nuestros enemigos. Por otra parte además, el sistema de rebote de enemigos lanzados es un tanto aleatorio, ya que puede ocurrir que el enemigo rebote un número determinado de veces para después explotar, o bien explote al primer impacto con la pared.

Sin embargo, no dejan de ser pequeños detalles dentro de un juego de gran calidad. Las partidas a dos jugadores son de tipo cooperativo, muy entretenidas, pues permiten llevar a cabo estrategias basadas en la coordinación de ambos jugadores, algo con lo que no podemos contar en partidas en solitario.

Nightmare in the Dark es un buen SSP, el cual a pesar de no estar a la altura de lo que se esperaría de un juego programado 10 años después de Snow Bros, aporta detalles que han acabado dándole una personalidad propia dentro del catálogo. La ambientación, el tipo de diseño general tanto de escenarios como de sprites, conforman una base sólida en la que se sustenta una jugabilidad poco evolucionada. Que no se pierda interés por él, sólo es gracias a que la duración del mismo no es excesivamente larga, de manera que los pocos movimientos del personaje no acaban cansando al ser aplicados fase tras fase.

A su favor tiene una dificultad no demasiado elevada, así como las partidas a dos jugadores, lo cual nos aporta una experiencia más completa. Por lo demás, quizás encontremos una mayor complejidad, un mayor reto en los títulos Zupapa! o Bang Bang Busters.

Trajes alternativos:
En la pantalla de título (aunque también funciona en la pantalla de Continue), mantener pulsados los siguientes botones, para seguidamente pulsar :