Estamos ante el primer juego oficial del catálogo, un título de acción y con un interesante planteamiento: destruir todo un ejército enemigo controlando un soldado y su punto de mira. Acabó siendo único en su género, y a pesar de los años que ya tiene, no deja de divertir al jugador que pretende pasar un buen rato, inmerso en un entorno bélico basado en los últimos meses de la guerra de Vietnam.

El argumento nos cuenta que dos soldados con amplia experiencia militar llamados Silver y Brown, reciben la misión de rescatar a un ex científico del ejército de EEUU, Dr. R. Muckly, el cual al parecer ha sido raptado por un grupo terrorista llamado Northside. La hija del científico, Nancy Muckly, también ha sido raptada y hecha prisionera en algún lugar del interior del país.

Sin embargo, durante los primeros compases se sabrá que el Dr. R. Muckly se ha vuelto loco y, tras construir un ingenio mecánico armado con un potente láser, pretende conquistar el mundo. Para poner las cosas aún más difíciles, el villano contará con un ejército de terroristas que harán todo lo posible por proteger al doctor. ¿Podremos derrotarle?

Es muy curioso en cuanto a la jugabilidad y al diseño general. Será difícil evitar hacer comparaciones con el gran Cabal (TAD Corporation, 1988), o en cierto modo con Operation Wolf (Taito, 1987), puesto que su mecánica es prácticamente la misma. Extrapolándolo al mundo del cine, también será difícil no compararlo con películas como Apocalypse Now (1979), o La Chaqueta Metálica (1987).

Obviando estas “pequeñas” vulneraciones del copyright, debemos decir que nos dará acción y diversión a partes iguales.

Nam 1975 vio la luz en 1990, un año el cual se buscaba mucha variedad temática para el sistema. Sin embargo, al desconocer todavía el enorme potencial de una plataforma recién puesta en marcha, los programadores no pudieron exprimir más el apartado gráfico. No vamos a encontrar con escenarios dignos para el recuerdo, o con algún diseño en concreto que destaque sobre el resto. Lo que importa es distinguir rápidamente a los objetivos a destruir, y por ello se prescinde de cargar en exceso los escenarios que de otra forma se habría conseguido un mayor realismo, si, pero a buen seguro que lo hubiese convertido en más difícil de lo que ya es.

En cuanto a los escenarios, vamos a encontrarnos con poca variedad temática. Todos tienen su base en paisajes ficticios de Vietnam, pero las texturas son tan similares unas de otras que al acabar el juego difícilmente vamos a ser capaces de recordar simplemente cuántas fases hemos jugado, o cuál era su orden. Como efectos, destacan los agujeros de bala que iremos dejando al ir disparando con nuestra arma por el decorado, ya sea el suelo, una nave, un edificio o un bombardero.

Los sprites se han trabajado lo justo para poder ambientar la acción con un mínimo de credibilidad, aunque a algunos jugadores el estilo del dibujo les podrá parecer demasiado primitivo, más propio de otro sistema que no de Neo Geo. Hay mucha variedad eso si, y de hecho podremos ver cómo nos atacan soldados, helicópteros, aviones, bombarderos y un larguísimo etc. Las animaciones, a pesar de ser fluidas, son demasiado reducidas, y salvo cuando un soldado nos lanza una granada, los movimientos se verán demasiado robóticos y simples.

Por su parte los intermedios entre fase y fase, así como la intro, muestran ilustraciones que reflejan la tensión del momento, la colaboración entre diferentes fuerzas armadas en su intento por descubrir el escondite del doctor Muckly, y será donde más evidentes se harán esos parecidos razonables con las películas antes mencionadas.

Puede definirse como excesivamente simplista. El problema es que se han seleccionado unos sonidos para la instrumentación de las melodías, que quedan demasiado cercanos a los 8 bits, y si bien se intenta implementar unas músicas de ritmo rápido que acompañen al combate, en más de una ocasión llegarán a parecernos propias de consolas de la anterior generación.

Tan sólo puede salvarse de este apartado algún efecto de sonido en particular, como la voz en off de la intro, realmente espectacular por tratarse de un juego de 1990, los disparos o las explosiones, etc, pero por lo demás, el resto es mejorable. Los lanzamientos de granadas, las recogidas de ítems... hay sonidos totalmente desfasados teniendo en cuenta el hardware del sistema.

Al igual que lo que ocurría con otros títulos de la época, lo que se buscaba no era conseguir uno técnicamente perfecto, sino más bien tratar de presentar una jugabilidad directa. El manejo del personaje es sencillo, pero precisa de alguna partida extra para habituarse a esos controles, no es tan intuitivo como en otros juegos:

El hecho de incorporar un soldado además del clásico punto de mira, hace aumentar la complejidad del control. No dará tregua, pues parece que la única rutina programada para la IA consiste en dispararnos constantemente, así que nos veremos obligados una y otra vez a mover al soldado. Es un sistema muy divertido, con el aliciente de que su temática será única en el catálogo.

La variedad de armas no es demasiado grande. Tan sólo vamos a tener tres armas disponibles aparte de nuestra ametralladora inicial (ametralladora más potente, lanzallamas y lanzacohetes) así como tres tipos de granadas, contando con las del comienzo de partida. Además, en contadas ocasiones podremos liberar a una prisionera que nos acompañará disparando hasta que perdamos una vida.

La dificultad será alta y creciente a cada minuto que vayamos avanzando. Si no somos muy obstinados, es uno de los pocos juegos que necesitan si o si de tarjeta de memoria para poder llegar a ver el ending, aunque tiene el aliciente de que si contamos con alguien que quiera acompañarnos en la aventura, entonces el juego a dos jugadores se vuelve aún más adictivo de lo que podría parecer.

Su jugabilidad es su punto fuerte. Es largo y no se hace en exceso pesado, y una vez que lo controlemos, nos proporcionará momentos de auténtica locura destructiva.

Su vida útil dependerá mucho del gusto del jugador, pero hay que tener en cuenta que su género es único en el catálogo. Es posible que seamos de los que quieren gráficos más modernos, en cuyo caso el interés pasó hace ya muchos años. Sin embargo, para aquellos jugadores que buscan la emoción del arcade "old school", la emoción del reto, entonces querremos volver a la peligrosa jungla de Vietnam y así acabar de una vez por todas con el doctor Muckly.

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