A finales de la década de los '90, los juegos de puzzles tuvieron una época dorada en la scene arcade. Por aquella época compañías como Data East o Konami triunfaban con obras tan populares como Magical Drop o la franquicia Taisen Puzzle-Dama, respectivamente. En esos momentos Face, una desarrolladora muy experimentada en la consola TurboGrafx-16, la cual también trabajó para el panorama arcade, presentó Money Puzzle Exchanger en 1997. Su éxito no tardó en llegar, lo que les llevó a lanzar varias conversiones domésticas. La de PlayStation fue la última en aparecer, y después de este título sólo comercializó Hoshi no Furu Sato, un juego al de estilo novela gráfica para adultos, en el año 2000 para PC.

En cuanto a su título, comentar que la palabra Ídol hace referencia a chicas jóvenes hasta poco más de los veinte años, famosas en Japón no sólo por sus profesiones de cantantes, actrices o modelos, sino también por su aspecto físico. De hecho se engloban en esta acepción las chicas denominadas "kawaii" (lindas, adorables). Han conseguido fama gracias a la publicidad en los medios de comunicación.

El aspecto general es muy similar al de títulos como Magical Drop, con un uso de paleta de colores tremendamente vivos, y un excelente diseño de personajes que da forma a protagonistas variados y carismáticos. Durante las partidas, debajo del área de juego en el que se van realizando las combinaciones, veremos a los personajes que irán reaccionando mediante distintas animaciones según los movimientos que hagamos. A mayor cantidad de combos, más técnicas especiales mostrarán. De igual manera, cuando estén recibiendo golpes de los oponentes también reaccionarán de manera bastante simpática.

Además de esto, en la pantalla se pueden ver representaciones en Super Deformed de los personajes, moviéndose de forma muy divertida y encantadora mientras controlamos el cursor de disparo. Gráficamente aporta mucha novedad a ojos del jugador, pues no se fundamente en las típicas bolas y piezas de colores, sino que son monedas lo que vamos combinando.

El sistema de menús está muy cuidado, resultando fácil de manejar. Por otro lado, las ilustraciones y las secuencias de conversación, ayudan a darle más intensidad a las partidas. La intro es otro de los elementos que nos llamarán la atención, muy variada y con unos gráficos interesantes, como lo es el efecto de rotación de la gran moneda al principio de la secuencia.

La banda sonora es uno de los puntos fuertes de Money Idol Exchanger, con una serie de canciones muy animadas y pegadizas. Son temas que no se hacen tan pesados como los de otros juegos de puzzles similares. En algunos casos hacen gala de canciones realmente cuidadas y fáciles de recordar. No sorprende en absoluto que tras su lanzamiento se llevara a cabo la edición de varios CDs musicales en los que participaron idols famosas de la época.

En cuanto a los efectos FX, hay un amplio surtido de voces que acompañan a cada una de las acciones, como por ejemplo los golpes que propinarán a sus rivales como los que recibirán cuando su pantalla se llene de monedas. En general el juego se “llenará” de sonido de monedas al tocarse unas con otras, que resulta bastante agradable durante la partida, y resultando una buena alternativa a los típicos sonidos de pompas de otros títulos del género.

Money Idol Exchanger esconde una jugabilidad que recuerda a clásicos como Magical Drop. En la partida, la pantalla se divide en dos lados, la del jugador y la de su rival (salvo en el modo en solitario). El objetivo será realizar combinaciones de monedas una y otra vez para limpiar nuestra zona de juego e ir lanzando ataques contra el oponente. Para ello manejamos un cursor que desplazará a nuestro personaje en Super Deformed, y el botón nos permitirá atrapar la moneda a la que estemos apuntando, mientras que con el botón la soltaremos. El agarre no sólo atrapa una moneda, sino que si existen varias monedas idénticas en línea, las cogeremos todas.

El sistema de juego se basa en que agarremos y disparemos monedas del mismo tipo para que desaparezcan una vez se cumplan determinadas condiciones. Es aquí donde Money Idol Exchanger sorprende por lo curioso que resulta su mecánica. No tenemos que simplemente unir tres monedas del mismo tipo, sino que la jugabilidad es un poco más profunda, ya que hay que realizar combinaciones de monedas de un valor específico (tanto en vertical como en horizontal, sólo se tienen que tocar). Por ejemplo, cinco monedas de 1 yen hacen una moneda de 5 yens, y dos monedas de 5 yens, hacen una moneda de 10 yens, dos de 50 yens hacen una de 100, y así de manera sucesiva hasta conseguir dos monedas de 500 yens. Una vez tengamos dos monedas de 500 yens, podrán combinarse para que por fin desaparezcan.

Además hay que tener en cuenta que existen dos tipos de monedas especiales. Por un lado, están las monedas verdes RU, que hacen que las monedas de un tipo se conviertan en una cifra más elevada. Por otro lado se encuentran las monedas azules ER, que borrarán todas las monedas del mismo valor que la que esté adyacente a ellas. En ambos casos siempre se tiene en cuenta la moneda adyacente que mayor cantidad de ellas tenga conectadas.

Es totalmente original, único por su manera de plantearnos las combinaciones respecto al juego de Data East, en cierto modo el referente de esta mecánica. En primera instancia puede resultar un poco complejo, pero no cuesta demasiado dominarlo una vez hemos jugado algunas partidas.

En cuanto a modos de juego, Money Idol Exchanger tiene modo arcade en el cual ir luchando contra un oponente detrás de otro, así como una modalidad individual donde jugar avanzando niveles, sin rival de por medio, y opción para dos jugadores. Además, destaca el modo historia aderezado por escenas de diálogos en el que se desarrolla el argumento, planteado de modo muy divertido....

Es divertido y diferente a lo que hayamos visto en otros del mismo género. Tanto es así, que incluso puede considerarse en cierto modo didáctico, pues enseñará a los más pequeños de la casa a sumar dinero, mientras que a los mayores les podrá servir para trabajar la agilidad mental por tener que agrupar monedas cuanto más rápido mejor para por ejemplo con cinco monedas de uno, sacar una de cinco, con dos de cinco una de diez, etc.

Tanto si nos gusta este género como si no, que tenga tanta personalidad hará que acudamos a el con relativa frecuencia, haciendo de la rejugabilidad un componente muy relevante.

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