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En 1999, llega de la mano de Visco este poco conocido título, bastante diferente a cuantos podemos encontrar en el catálogo. A pesar de sus virtudes, desgraciadamente nos encontramos ante un producto 100% reciclado de otros juegos legendarios que tanto éxito tuvieron en el panorama arcade: Ninja Gaiden (Tecmo, 1988), Strider (Capcom, 1989), Bionic Commando (Capcom, 1987) o Shinobi (Sega, 1987). No solamente no existe creatividad, sino que da la impresión de que es el resultado de juntar conceptos de lo más diverso, sin llegar a hacer un conjunto con personalidad propia. Para ser más específicos, ninguna de sus características son originales de SNK, sino que en su mayoría provienen de otra consola, la NES, eso si, maquilladas para reflejar una más que obvia superioridad técnica de Neo Geo.

Nuestro héroe Musashi acaba de vencer a su enemigo Kojiro. Un mes después va a encontrarse con su amada Otsu en Kyoto, sin embargo, un grupo de ninjas misteriosos la han secuestrado junto con más gente de la ciudad, Es el momento de que Musashi investigue quién está detrás de tan malvado grupo, y cuáles son sus planes. A pesar de que no se mencione su presencia en la historia, Musashi contará con la ayuda de una compañera, Suzume, quien le ayudará en su lucha por liberar a su amada.

Encontraremos un acabado más que aceptable, sin embargo en cierto modo parece un título que podría haber salido para la Super Nintendo, que no para Neo Geo, pues existen pequeños detalles que no llegan al nivel requerido. Por ejemplo, es verdad que el uso del color es espectacular durante toda la aventura, pero por otro lado, tan solo Blue's Journey tiene unos sprites tan pequeños como juego de plataformas y acción.

Los escenarios son otra de las características que se podrían haber mejorado. Todos ellos tienen un acabado bastante bueno teniendo en cuenta las capacidades del sistema, pero primero, no llegan a ofrecer todo el potencial del sistema, y además la escasa variedad de los mismos hace que no pasemos de tres localizaciones que se van alternando a lo largo de la partida: cuevas, estructuras japonesas y aire. Al ser una constante a lo largo de las cinco fases de las que consta la aventura, vemos que podría haberse hecho un mejor trabajo.

En cuanto a las ilustraciones, aparecerán tanto en la intro y ending como entre fase y fase, y aunque tienen un dibujo estilo manga muy bueno, no pueden calificarse de originales, pues comparándolas con las láminas de Samurai Shodown, los parecidos en ocasiones son más que razonables.

Si comparamos el juego con Magician Lord, vemos que este último a pesar de ser un juego de 1990, tiene mejores gráficos. Un síntoma de ello es la escasa variedad de enemigos, pues estos son, literalmente, cinco diferentes. De estos cinco, tres son el mismo ninja el cual tiene el mismo dibujo pero con color diferente según aumenta la dificultad (por este orden, azul, verde y rojo). De los que quedan tenemos unos “bichos” voladores con una forma entre buitre y halcón, y por último una rana la cual solo aparece en la segunda fase.

Las animaciones no están a la altura de un juego de 1999, habiendo algunos fallos como que Musashi al moverse no mueva la cabeza. Encontraremos otros efectos o complementos que maquillan este apartado, como la posición de espera de Musashi, momento en el que comienza a jugar con su espada, o la gente corriendo a diestro y siniestro, pero nada que nos haga pensar que las animaciones corresponden a su año de lanzamiento.

La música no es mala en absoluto. Algunos de los escenarios tienen unas percusiones y melodías de corte oriental bastante buenas. Los efectos de sonido no llegan a estar en la línea de la música, pues carecen de personalidad propia al ser tan genéricos. Por ejemplo, los sonidos de la espada de Musashi al cortar parecen al principio apropiados, pero al llevar un rato jugando, tenderemos a identificarlo más con un ladrido, que no con el sonido de la katana.

En cuanto a las voces, destaca negativamente la voz de Suzume al ser golpeada, pues escucharemos un chillido bastante desagradable que recuerda más a una chica a la cual le están haciendo cosquillas, que no a una chica en peligro. Musashi por su parte emite algún sonido, pero es demasiado bajo, casi inaudible.

Los controles están muy bien ajustados, y responden lo suficientemente rápido como para poder enfrentarnos a los peligros de la aventura con posibilidades de éxito. Estos son los controles básicos:

Además tenemos el aliciente de poder utilizar una cadena tanto para atacar como para desplazarnos (haciendo las veces de liana, por así decirlo) pero no acaba de ser una característica a la que se le haya dado demasiada importancia, ya que en definitiva estaremos el 95% del tiempo haciendo plataformeo y luchando contra ninjas, mientras que en contadísimas ocasiones (una en realidad) necesitaremos verdaderamente la cadena para proseguir nuestro camino. El resto de veces solo será necesaria para acceder a zonas secretas, pero nada que ver con la aventura principal. Por lo menos, el que tengamos unos controles tan bien implementados hará que prácticamente la segunda vez que nos pasemos el juego, habremos podido visitar todas estas zonas.

Aparte de los movimientos básicos, encontraremos también un especial que se ejecuta cargando el arma, una especie de ataque mágico que al fin y al cabo resulta del todo inútil ya que durante el periodo de carga Musashi estará expuesto a los ataques enemigos que hará que no procedamos con esta técnica muy a menudo. También contamos con nuestra cadena o garra, la cual a pesar de ser una buena idea (reciclada directamente de Bionic Commando) no será una buena opción como arma, ya que únicamente la podemos desplegar hacia delante. Nuestra vida, por otro lado, está constituida por una barra, así que afortunadamente, tenemos margen de error.

Ambos protagonistas, Musashi y Suzume, tendrán cualidades bien diferentes uno del otro. Mientras que Musashi tiene mucha más fuerza, Suzume es más rápida y saltará más alto que su compañero. Los power-ups que consigamos, también tendrán efectos diferentes según sea nuestro personaje, favoreciendo más a la chica que a Musashi.

La dificultad es otro de los aspectos que podrían haberse depurado. No resulta demasiado difícil pasarnos los escenarios hasta el correspondiente jefe de nivel, pero éstos van a ser inexplicablemente difíciles de derrotar, y sólo la perseverancia hará que acabemos descubriendo y memorizando sus patrones de movimiento y ataque, y derrotarlos sin demasiados problemas.

La gran ausencia es el modo de dos jugadores simultáneos, puesto que si seleccionamos este modo, podremos jugar con un amigo pero no a la vez que nosotros, sino alternativamente uno tras otro.

Dicho todo esto debemos concluir que Ganryu no es un título malo, ni mucho menos, pero carece de ese carisma el cual poseen otros. Que sea una suma de ideas no originales acaba pasando factura, y será muy difícil no hacer comparaciones con esos otros títulos de indiscutible popularidad.

Sin embargo la aventura nos puede entretener en un momento dado. A fin de cuentas contamos con pocos títulos de plataformas-acción al estilo Magician Lord. Pero atendiendo exclusivamente a este apartado, la existencia de más bien pocos caminos alternativos dentro de cada fase así como la inexistencia de endings alternativos, hace que la rejugabilidad definitivamente no sea su punto fuerte.

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