Si algo caracterizó el catálogo inicial de Neo Geo, fue sin duda la amplia gama de géneros que el jugador tenía a su disposición. Desde juegos como Nam 1975, hasta Crossed Swords o Riding Hero, varios fueron los títulos que se quedaron como únicos referentes de dichas temáticas. League Bowling es uno de ellos, pues si queremos disfrutar de rápidas y divertidas partidas de bolos, éste será el único título del catálogo al que podamos jugar.

En esta ocasión la simplicidad gana terreno frente al alarde tecnológico de la consola. Desde la misma intro nos damos cuenta de que estamos ante un juego visualmente escaso de detalle (algo típico de la mayoría de juegos de la primera hornada). Las partidas transcurrirán en la pista de bolos situada a la izquierda de la pantalla, mientras que a la derecha tendremos a la novia de nuestro personaje la cual apenas tendrá animaciones, con lo que al poco tiempo de juego acabará siendo un añadido prescindible.

Lo más llamativo que podremos visualizar durante las partidas, es una pantalla cuyas animaciones nos entretendrán en momentos puntuales tales como durante un strike, un disparo demasiado malo, si sacamos la bola fuera de la pista...

Resulta evidente que League Bowling se ha hecho para entretener, pues la simpleza visual no será el reclamo para que el jugador decida echar una partida.

Mediocre como en el apartado gráfico. La melodía durante la partida se vuelve repetitiva aunque eso si, no nos llegará a cansar debido a que se acopla muy bien con la temática arcade del juego. Los sonidos brillan por su ausencia, y aparte del ruido de la bola en pista, el público animando o el choque de la bola con los bolos, no vamos a encontrar nada más que pueda aportar algo más de realismo a las partidas.

Como buen arcade que es, el control será muy simple e intuitivo. Iniciamos la partida eligiendo si somos diestros o zurdos, y la bola con la que lanzar (las cuales serán de pesos diferentes), y prepararemos el disparo. Una vez estemos situados delante de la pista, aparecerá un medidor de precisión, y deberemos darle al botón para detener el indicador en la dirección que queramos tirar, de manera que si deseamos un tiro recto tendremos que dejar el marcador justo en el centro de la pantalla. Una vez hecho esto, pasamos a la otra barra, la de potencia, de manera que cuanto más la dejemos llenarse, más fuerte irá la bola.

Recordemos que las puntuaciones funcionan de la siguente manera:

El título nos ofrece tres modalidades de juego:

- Regulation: Es el modo de juego tradicional, donde habrá que hacer la mayor cantidad de puntos que podamos (siendo 300 la puntuación perfecta de la partida).

- Flash: Irán apareciendo valores entre 100 y 500 la primera vez que lancemos la bola, determinando los puntos extra que conseguiremos. Aquí, los strikes nos darán precisamente esos puntos adicionales.

- Strike 90: Es como la modalidad Regulation, aunque un strike añade 90 puntos a los siguientes dos tiros, un spare añade 60 puntos al siguiente disparo, y 30 puntos se obtienen en el caso de disparar la bola con un Field Goal, que significa que la metamos entre los bolos 7 y 10.

Evidentemente, el componente arcade se nota a la hora de hacer los strikes, que no son fáciles de conseguir. Con toda seguridad acabaremos intentando anotar el mayor número de strikes, lo cual sobretodo nos resultará de lo más entretenido en partidas multiujugador, que recordemos, el juego está preparado para partidas de hasta 4 jugadores. Para ello necesitamos dos televisores, dos consolas con dos mandos cada una, y sus dos juegos correspondientes, más el cable link el cual se conecta a ambos cartuchos.

Teniendo en cuenta su género, dependerá de si somos aficionados a los bolos o no, para que su vida útil se alargue o bien acabe abandonado en nuestra estantería. Si no nos interesa demasiado este deporte, no nos atraerá más que cada cierto tiempo, para alguna partida rápida. En cualquier caso, las tres modalidades que incluye, nos ayudarán a estirar la vida del juego. Sin duda el mayor aliciente es la rareza de la temática, siendo el único representante del catálogo, por supuesto sin olvidar la posibilidad de las partidas de hasta cuatro jugadores (por otra parte algo difícil de conseguir incluso hoy en día debido al equipo necesario para poder llevarlas a cabo).

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