css Zen Garden

Fue desarrollado por Visco, creado inicialmente para ser lanzado en 1994, y perteneciente al género SSP - Single-Screen Platformer (Una sola pantalla de plataformas), al más puro estilo Snow Bros (Toaplan, 1990).

A pesar de ser un proyecto que en su momento no tuvo la aceptación necesaria para que viese la luz, finalmente SNK reconsideró la posibilidad de sacarlo a la venta en el año 2000. Sin embargo, teniendo también encima de la mesa el proto Zupapa! (otro juego de temática similar y cuyo proyecto también se descartó con anterioridad), fue éste último quien ganó la batalla, desechando ya para siempre Bang Bang Busters, y sacando a la venta Zupapa!.

En 2010, una empresa desarrolladora totalmente desconocida, llamada NCI (Neo Conception International), anunció que, tras un acuerdo firmado con Visco, había conseguido los derechos para poder terminar el proto inicial y ponerlo a la venta, de manera limitada y numerada. Tuvo una enorme aceptación en la scene, prueba de ello es que cuando se pusieron a la venta mediante preorder, se agotaron en poco tiempo. Se le dio su numeración original, NGM-071. Finalmente se publicó para AES y MVS.

El argumento del juego nos cuenta que en el año 1994 G.D., una sociedad formada por conejos inteligentes recibe una señal de socorro del planeta Palua. Nuestros dos protagonistas, Lazy y Refia, se dirigen con su nave espacial a comprobar el lugar, pero una vez allí descubren que se trata de una trampa, ya que unas malvadas criaturas les están esperando. A la cabeza de dicho ejército está Honey, un conejo con ansias de poder. Deberán luchar contra las hordas de enemigos que les acechan, e intentar llegar hasta su jefe para acabar con él.

Para tratarse de un proto, tiene un acabado gráfico impresionante, demostrando desde el primer momento una ambientación fiel a la historia. El trabajo es exquisito y muy vistoso, pues se usa una paleta de colores muy vivos. En cuanto a los sprites, nos encontraremos con una asombrosa variedad de ellos, siendo múltiples los diseños de enemigos que nos encontraremos en cada uno de los mundos, y a su vez diferentes a los que encontraremos en los demás mundos del juego. Tienen un diseño muy acorde a la temática, todo un mundo de fantasía con personajes humanizados, y cuyas animaciones serán suaves y con un claro componente cómico, especialmente cuando inflamos a nuestros enemigos como un globo.

Los escenarios siguen la línea marcada por la historia del juego. Se estructuran en dos planos de scroll, siendo el background el correspondiente a la localización en si, mientras que el frontground forma el mapa de plataformas propio de la fase. Se han creado de tal manera que cada mundo constará de cinco fases, cuyo diseño sigue la temática del mismo. De esta manera podremos ver una ambientación bien diferente según estemos bajo el agua, en el interior de una pirámide, la selva, un paisaje helado... No hay ninguna fase que desentone, y como apuntábamos, los enemigos serán diferentes en cada mundo.

El juego carece de intro, apareciendo directamente el title screen. Sin embargo, encontraremos algunas ilustraciones muy bien trabajadas, mostrando a nuestros protagonistas en diferentes situaciones, así como al final boss, aguardando para darnos nuestro merecido.

En general es un apartado muy cuidado que ayuda a que la experiencia del juego sea muy gratificante.

A la altura del trabajo con los gráficos, el apartado sonoro brilla por su gran acabado. Las músicas tienen una composición centrada en ambientar cada uno de los mundos, de manera que la temática de la melodía corresponderá en cierto modo a la de dicho mundo en cuestión. Podremos comprobar como las músicas correspondientes al mundo helado no tienen nada que ver con las de la selva, y a su vez con las de la nave espacial, y así sucesivamente. La instrumentación, el ritmo de la canción... todo está estudiado para enganchar al jugador desde el primer momento, y para adecuarse a cada situación. Desde los tranquilos acordes del mundo subacuático, a los ritmos acelerados correspondientes a las amenazantes fases con bosses.

Los efectos de sonido son igualmente muy variados y agradables. Golpes, explosiones, enemigos lanzados, trampas, saltos... nada se ha quedado en el tintero, incluso las voces tienen un timbre ciertamente infantil acorde a la temática. En nuestra memoria quedará grabada la respiración de Honey, al más puro estilo Darth Vader, o los alegres finales de fases.

Los controles del personaje son sencillos e intuitivos, y con una respuesta inmediata. Se resuelve este aspecto con tan solo dos botones, con funciones diferentes si tenemos agarrado o no a algún enemigo:

Deberemos superar siete mundos con cinco fases por mundo, más cuatro fases extra correspondientes a los bosses, ya que éstos únicamente aparecerán en los mundos impares. En cada pantalla nos encontraremos con unas plataformas que usaremos para llegar a cada enemigo, pues hay que acabar con todos ellos para poder seguir el juego. Una vez finalizada la fase, recibiremos algunos bonus tales como puntuación, ítems varios etc. Si no acabamos en el tiempo establecido la partida no acabará, pero nos veremos obligados a superarla teniendo que esquivar a un invitado imprevisto, una nave invencible de movimientos muy rápidos.

El interfaz es sencillo y efectivo, puesto que nos muestra los corazones que componen nuestra vida, la puntuación, la fase en la que estamos y los continúes, poco más, suficiente para controlar la partida de un vistazo.

A pesar de necesitar únicamente dos botones, disponemos de movimientos adicionales, más que suficientes para acabar la aventura con éxito. Son los siguientes:

- Rotating Skill: difícil de dominar en un primer momento pero imprescindible para no correr riesgos a la hora de eliminar a los enemigos en posiciones alejadas, consiste en hacer rotar en torno a nosotros, el enemigo capturado. Cuando esté en el ángulo deseado, podremos lanzarlo hacia otros enemigos.
- Dash Skill: lo utilizaremos para poder acabar con todos los enemigos de la horizontal en la que estemos, lanzando a un enemigo capturado mientras corremos.
- Balloon Skill: podremos saltar cuantas veces queramos sin cesar, siempre que tengamos capturado a algún enemigo.

La aventura se completa con multitud de ítems que nos servirán de ayuda para poder superar la pantalla con más facilidad. Destacan sobretodo los potenciadores del disparo y velocidad, los cuales mejoran dichas características hasta un máximo de tres niveles, aunque hay muchos más (vida, inmunidad, puñetazo imparable, puntuación extra...). Si recibimos un impacto, dichos potenciadores de ataque y velocidad se reducen en un nivel. Los ítems aparecerán al acabar con ciertos enemigos, pero también nos los proporcionarán otros personajes extra que aparecen en algunas ocasiones, como un globo aerostático, o el mismísimo Papa Noel en su trineo, que recorrerá la pantalla horizontalmente. Precisamente será este entrañable personaje el que cada vez que aparezca, nos regalará algún ítem de vida, muy preciado para mantener la vida con el máximo de corazones posible.

Si la partida resulta sumamente divertida en solitario, dicha diversión incluso aumenta en las cooperativas con otro jugador. Es aquí cuando aparece un cierto componente estratégico para poder superar con éxito cada fase, además de un aumento de la dificultad que no tenemos jugando contra la CPU. El motivo es que si lanzamos un enemigo al personaje controlado por el otro jugador, éste entrará en un breve intervalo de aturdimiento, quedando expuesto a los ataques de los enemigos. Da la sensación de que cada pantalla parece haber sido programada para ser superada en el modo individual, de manera que dos jugadores pueden llegar a molestarse si no planean previamente qué pasos seguir.

Es un proto con un potencial enorme, acabado y con una jugabilidad totalmente depurada que nos puede proporcionar innumerables partidas cargadas de diversión.

Bang Bang Busters es muy amigable, puesto que a una dificultad muy ajustada, se le debe sumar una ambientación que engancha, pues los gráficos, la música y la jugabilidad acompañan a partes iguales, en una combinación totalmente eficaz. A diferencia de los motivos que pueden empujarnos a adquirir un proto, en este caso se le debe sumar al factor coleccionable, la conseguida jugabilidad. Así que nos encontramos con un título que merece la pena por partida doble.

Otros factores, como la posibilidad de superar cada fase de diferentes maneras, o los escasos títulos pertenecientes a este género, no hacen sino aumentar su rejugabilidad. Imprescindible.

No disponibles.