Ciudad de Southtown, una noche cualquiera. Un misterioso hombre rapta a una joven, mientras un grito de terror rompe el silencio... Tras conocer el secuestro de su hermana Yuri, Ryo Sakazaki se pone en contacto con su amigo Robert García y juntos deciden a recorrer las calles y lugares más peligrosos de la ciudad para así poder seguir la pista que les lleve hasta el secuestrador de su hermana.

Sin saber los motivos que originan el secuestro, arranca este primer título de la segunda franquicia de SNK, la cual precede a Fatal Fury - la primera saga de SNK aclamada mundialmente - .

El camino no será fácil, puesto que aunque ambos son expertos conocedores del Kyokugen Karate (novedosa y efectiva escuela de karate creada por el padre de Ryo, Takuma Sakazaki), los rivales que irán encontrando, los cuales disponen de información sobre el paradero de Yuri, no se rendirán fácilmente ante nuestros héroes. Y así se presenta la mecánica del juego, ir venciendo rivales los cuales nos irán dando pistas acerca de quién puede haber secuestrado a Yuri.

El juego, el primero del catálogo que logró pasar la barrera de los 100 megas, se presenta con este argumento tan atractivo (en comparación con otros títulos del género). Puesto a la venta en 1992, supuso una clara apuesta de la empresa para rivalizar con el juego de lucha en boga en ese momento en los salones arcade, Street Fighter II de Capcom.

Sin embargo en esta ocasión las innovaciones del juego dentro del género no dejarán lugar a dudas de que se trata de un título superior en muchos aspectos.

El apartado gráfico es uno de los puntos más sobresalientes de este título, y es que SNK puso todos los medios a su alcance para crear unos decorados, características de los personajes y efectos nunca vistos hasta el momento.

Tras una breve intro, sencilla pero muy ilustrativa, nos ponemos en la piel de uno de los dos amigos luchadores, y recorreremos una serie de fases gráficamente espectaculares, con detalles en los decorados muy conseguidos como animaciones del público, neblina, llamas, etc. Todos los decorados han sido trabajados al milímetro, y son muy creíbles, dando al jugador la posibilidad de una mayor inmersión en la batalla como nunca antes se había visto.

Los personajes están muy conseguidos, tanto en aspecto general como en el nivel de detalles, y las animaciones son muy fluidas, de manera que nunca notaremos movimientos bruscos. Al contrario, están extraordinariamente bien hechas teniendo en cuenta el enorme tamaño de nuestros protagonistas, y lo fácil que sería encontrarnos con errores de programación. Y cuando decimos enorme tamaño, quizás nos estemos quedando cortos.

Sin duda alguna ese fue el sello del título, el recuerdo que SNK quería dejar en la memoria del jugador, ya que en comparación con los títulos del momento, los sprites tenían un tamaño varias veces superior a esos, sin perder definición o detalle en ningún caso. A eso debemos añadir que además el juego cuenta con un espectacular efecto de zoom que hace que los personajes se acerquen a la cámara cada vez que se acortan distancias entre ellos durante el combate, ofreciendo una lucha con gran realismo.

Los ataques que se derivan de la magia de los personajes son igualmente espectaculares y fluidos. Destaca el poderoso Hao Shoukou Ken de nuestros protagonistas, el cual tiene un tamaño similar al de un luchador.

Por otra parte el juego cuenta con otra innovación más, y son los novedosos efectos de los golpes en la cara y la ropa de los luchadores durante el transcurso de la pelea. En un principio comenzaremos viendo a los luchadores impecables, pero a medida que se suceden los golpes notaremos como se hace evidente que los impactos provocan la aparición de golpes en la cara, sangre en la boca o nariz, rotura de gafas (caso de Micky Rogers) o camisa (King) entre muchos otros ejemplos.

Como único punto negativo a destacar, es el diferente grado de luminosidad que hay entre los decorados y los personajes que aparecen en las peleas. Notaremos los colores de cada decorado muy vivos, con un aspecto final muy colorista. Sin embargo, notaremos que los colores de los sprites están ligeramente aclarados, como si a los personajes les diese una luz mucho más intensa que al fondo en cuestión. Es un detalle que suponemos pasará desapercibido por la mayoría de usuarios, pero es cierto que parece que no se llegó a encontrar  un equilibrio de color en el diseño de sprites y decorados.

Los efectos de sonido ofrecen una espectacularidad increíble y acompaña al 100%  a la acción durante el transcurso de la partida. Las voces son tremendamente realistas, muy abundantes durante el juego al activarse casi tras cualquier ataque especial. Pero también destaca el realismo en los gritos de dolor al recibir golpes, o los que se derivan del esfuerzo al cargar la barra de magia, o el sonido del golpe en sí, diferente si se trata de una pegada fuerte o floja, o bien de un ataque especial.

Acompañando a los efectos, encontramos unas de las mejores bandas sonoras hechas jamás para el sistema, con unas melodías para cada fase perfectamente trabajadas y muy pegadizas. Tras unas partidas, el jugador podrá ser capaz de recordar cada una de las músicas del juego, cosa que no siempre suele suceder en títulos de este género. Especial mención merece la melodía que se escucha en la batalla final, o la correspondiente a la fase del portaaviones.

Desde un primer momento nos veremos inmersos en una historia muy cinematográfica, puesto que por primera vez los personajes antes de la batalla tienen un intercambio verbal que lamentablemente viene únicamente escrito, aunque sirve como aliciente extra a la historia. Una vez estemos en el combate, estos son los controles básicos:

Como añadido, contaremos con una segunda barra de energía que corresponderá con la magia de nuestros protagonistas para poder efectuar ataques especiales, y esta irá decreciendo a medida que vayamos utilizándolos, quedando limitados a tres ataques normales por barra de energía, o una barra completa en el caso del kame especial, el Haou Shoukou Ken. A pesar de todo, en cualquier momento de la partida podemos cargar dicha barra dejando pulsado el botón , de manera que así se añade un cierto toque de estrategia al juego, teniendo que decidir cuándo es el momento más adecuado para cargar de nuevo la barra de energía. Aún así, tanto el ataque de kame como de patada seguirán siendo posibles de ejecutar, aunque el daño será mínimo y nos obliga a estar muy cerca del rival.

Referente a esta barra y a otras características, el juego nos ofrecerá cada dos combates una fase de bonus, muy entretenida y espectacular, la cual en caso de éxito nos aumentará ligeramente la barra de salud, la barra de magia, o nos dará la posibilidad de usar el Haou Shoukou Ken, bloqueado al principio de la partida.

Existe un aspecto negativo referido a los ataques mágicos (kames, puño rápido etc). Es cierto que se ejecutan inmediatamente, pero el golpe en sí mismo comienza algo más tarde, lo que hace que el rival pueda golpearnos a tiempo y frustrar nuestro ataque.

La dificultad del título está muy bien implementada. El modo de dificultad más alto no supone un reto excesivamente difícil, si lo comparamos con otros títulos. Las partidas a dos jugadores son muy divertidas, y podremos seleccionar al resto de jugadores de la trama principal con lo cual nos deja la posibilidad de alargar la vida del título, con horas y horas de diversión.

Art of Fighting es potencialmente muy rejugable gracias a todas las características que ofrece, comentadas anteriormente. A pesar de que la franquicia cuenta con dos títulos más, y que muchos de sus personajes se incorporarían a títulos de mayor calidad y jugabilidad, como en la saga The King of Fighters, esta primera parte sigue siendo la más mítica de todas, la que un mayor zoom nos ofrece, con unos sprites realmente gigantescos, y con unos golpes muy contundentes. En definitiva, no ha quedado tecnológicamente atrás ni muchísimo menos, pero tenemos que admitir que de haberse podido seleccionar cualquier luchador para controlarlo en el modo historia, el juego habría ganado muchísimos puntos más en este aspecto.

Ataque "puño de dragón":
Es un movimiento de los dos protagonistas que no aparece en las instrucciones y que se puede ejecutar ignorando la barra de magia. Es visualmente similar al ataque de Sagat, Ryu o Ken en Street Fighter II: +

Jugar como Mr. Big o Mr. Karate en modo dos jugadores:
Tan sólo empezamos una partida a dobles desde una partida guardada en la que hayamos llegado a la última fase en el modo historia, y ambos luchadores estarán disponibles en el menú de personajes.

Desperation Move (Ryo, Robert):
Para ello debemos tener un 20% o menos de barra de vida, y la barra de magia cargada al 100%. Se activa con el comando + . Tener en cuenta que el botón debe mantenerse pulsado en primer lugar, un poco antes de pulsar .