En un futuro no muy lejano, el hombre ha conseguido desarrollar la tecnología necesaria para conquistar el espacio. Sin embargo, tras años de auténtico furor científico y de grandes avances en este aspecto, el planeta Tierra ha sido atacado por una misteriosa raza alienígena, la cual ha puesto en peligro el futuro de la humanidad... Inmediatamente, los humanos construyen dos naves espaciales de ataque, las armas más poderosas jamás creadas, con la esperanza de vencer al ejército alienígena y así forzar su retirada definitiva...

Andro Dunos es junto con Zed Blade, el shooter de Neo Geo más sencillo que vamos a encontrar en todos los sentidos. Tanto gráficamente, como por el sonido, la jugabilidad e incluso los megas que se anuncian en la carátula. Vamos a encontrarnos un juego entretenido y muy colorista, que hará las delicias del jugador sin necesidad de ningún alarde técnico.

Es la primera cualidad que llama la atención nada más empezar la primera partida, y no precisamente porque sea algo bueno. Vamos a encontrarnos con unos gráficos simplistas a nivel general, tanto de sprites como de escenarios, en el cual los programadores han dado más prioridad a la jugabilidad del título que al resto de características.

Los escenarios que encontraremos en las siete fases de las que consta el juego, serán muy variados aunque excesivamente simples en su diseño por tratarse de un título de Neo Geo, aunque en ocasiones encontramos efectos como un movimiento de scroll en diagonal como vertical. Los detalles serán mínimos, limitándose a mostrar los elementos más básicos necesarios para un mínimo realismo en la aventura, pero nada más. Veremos muchas zonas en las que se añaden partes del escenario móviles, las cuales se deberán atacar o esquivar. Y como característica predominante del juego, gráficos coloristas cuya paleta de colores recuerda mucho a la empleada en títulos como Blues Journey.

Los sprites por su parte siguen esa dinámica del resto del juego. En su mayor parte son estéticamente aceptables aunque excesivamente simplistas, como es el caso del boss en la fase 1 “The Moon”, una esfera más propia de los 8 bits que no de este sistema. Los contornos de los enemigos son sólidos y sus vivos colores darán solidez a la figura, lo cual compensa esa sencillez en su diseño.

Las melodías al igual que con los gráficos, son de composición sencilla y de temática techno, más cercana al sonido en formato midi, que no a las músicas que nos tiene acostumbrados el sistema Neo Geo. Son en ocasiones demasiado aceleradas, aunque la acción durante las misiones y el sonido de los efectos harán que obviemos esta apreciación.

Por otra parte los efectos de sonido son igualmente sencillos y de diseño ciertamente extraño, ya que excepto en el caso de los disparos de nuestra nave, el resto de sonidos, sobretodo los derivados de las explosiones de las naves en general, son poco creíbles por tratarse precisamente de eso, de sonidos que se parecen más a un choque metálico y no a explosiones. Parece como si provinieran de una consola de menor potencia, aunque como con los gráficos, será la sensación general que se desprenda durante la partida.

Resulta extraña esa combinación de apartado gráfico y sonoro simplista, con una jugabilidad tan elevada, pero es así, ya que se ha aprovechado esa limpieza de escenarios para que la acción sea limpia y clara, sin la necesidad de tener que mostrar en pantalla continuamente, muchos disparos o sprites simultáneamente. Como constantemente deberemos esquivar los propios decorados, basta con que nos disparen unas pocas naves enemigas para que estemos entretenidos disparando y esquivando ambos elementos. Y precisamente esa simplicidad nos permitirá anticiparnos con facilidad al ataque o forma del contorno del escenario de turno, facilitándonos las cosas durante el juego.

El sistema de juego en lo que al armamento se refiere, también se ha simplificado al máximo, sin necesidad de recurrir a fórmulas rebuscadas. Disponemos de una nave, tanto para el jugador 1 como para el 2, la cual dispondrá de cuatro ataques, orientados todos hacia ángulos diferentes de la nave y seleccionables desde el comienzo: dos de ataque delantero, uno que combina ataque frontal con trasero, y otro que ataca en diagonal, perfecto para acabar con torretas de ataque y similares. Podremos destruir un modelo de nave enemiga que nos proporcionará ítems de armamento (acumulables), el cual irá cambiando de aspecto cada pocos segundos, de manera que podremos obtener en esa elección, un potenciador de disparo, misiles, bombas o drones defensivos. Y si tenemos algún “power up”, podemos cargarlo y disparar un devastador ataque especial, aunque eso si, es conveniente tener los power ups al máximo puesto que nuestro disparo normal se verá reducido en una unidad de potencia tras su uso.

A lo largo de sus siete fases, vamos a ser atacados por multitud de enemigos variados no sólo en el diseño en si: grandes, pequeños, veloces, lentos, que disparan, que embisten... Cada fase, muy diferente de las demás, tendrá una duración igualmente buena, y además la jugabilidad está muy lograda, aunque la sencillez de los gráficos y del sonido no hagan honor a Neo Geo. Con todo esto sobre la mesa, tenemos lo que es el título, diversión sin más pretensiones, de manera que entendemos que a quien le guste el género, cada cierto tiempo querrá volver a jugar otra partida, alejada de tanta sofisticación de los títulos más modernos de la consola. Quizás no vaya a ser nuestro shooter favorito, pero a buen seguro que volveremos a él periódicamente.

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