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El juego que nos ocupa pertenece al género de los puzzles, concretamente a los juegos Picross. A pesar de lo extraño de este subgénero, a buen seguro que el lector habrá jugado o visto en alguna ocasión algún juego así, el cual consiste en ir resolviendo un puzzle para poco a poco dejar ver una fotografía determinada.

Lo que realmente hace especial a este juego es que se trata del único título de este subgénero que encontramos para una portátil hasta ese momento, y ni siquiera el amplísimo catálogo Game Boy, reservó un espacio para este tipo de títulos.

No nos encontraremos con unos gráficos espectaculares, como podemos ver en las imágenes. Estamos ante un juego de puzzles, y de por si, no exigen tanto como pudiera ser un título de lucha por ejemplo... aunque es cierto que en el catálogo podemos encontrar otros puzzles mucho más vistosos.

El grueso del apartado gráfico estará determinado por ese tablero formado por casillas las cuales deberemos marcar. Además de eso, tendremos una pequeña interfaz que nos muestra el tiempo transcurrido y el número de pantalla que estamos jugando. Y entre fase y fase, poca variedad vamos a ver, aparte del dibujo que desbloqueamos al superar el nivel, el cual será más complejo cuantas más casillas tenga el tablero.

Como todo buen juego de este género, nos encontramos con melodías bastante alegres que animan a seguir jugando. Incluye un menú donde seleccionar las pistas que escucharemos, así como el sonido de los efectos al rellenar una casilla, de manera que en suma, es muy personalizable y por ello no se hace en absoluto repetitivo,que a fin de cuentas es lo que más puede preocupar en un juego de estas características.

El juego tiene un total de 224 puzzles. 200 de ellos accesibles desde el principio y el resto aparecerán conforme ganemos en los iniciales. En la primera fase nos encontraremos con un puzzle de 5x5 casillas, pero poco a poco se irán haciendo más y más grandes, pudiendo decir que aparte de ese primer puzzle, jugaremos siempre en tableros de más de 20x20. Cada casilla desbloqueada equivale a un píxel del dibujo que esconde, de modo que a mayor número de casillas, mayor detalle tendrá la imagen desbloqueada. Dicho sea de paso, conforme avance el juego aumentará el número de casillas, aumentando también la dificultad. De hecho en algunos puzzles podremos estar perfectamente unos 15 minutos hasta encontrar la solución.

Estos son los controles:

Como aliciente nos encontramos con que tras cada fase, el juego coloreará la imagen y nos dirá de qué se trata, además de mostrarnos el progreso en cuanto al tiempo que hemos necesitado. Dichas imágenes serán bien diferentes unas de otras, pudiendo ser animales, objetos, signos del zodiaco, etc.

Por último, el se nos ofrece la posibilidad de poder guardar nuestras partidas en diferentes slots, y de este modo no perder nuestros progresos. En definitiva, un juego recomendable por lo original de su jugabilidad, y por lo entretenido de sus fases.

Siempre que nos guste este tipo de juegos, vamos a disfrutar durante horas tratando de completar todos los puzzles, además de tratar de mejorar nuestros tiempos en cada uno de los tableros. El título carece de modos de juego, de manera que no habrá otro aliciente añadido. Sin embargo dada la temática tan particular, es más que suficiente como para resultar una compra interesante.

Mención especial merece la duración del mismo, pues estamos hablando de que necesitamos entre 40 a 50 horas para poder solucionar todos los puzzles disponibles desde el inicio. Si queremos solucionar además los otros desbloqueables, necesitaremos entre cinco y siete horas para poderlo conseguir.

No disponibles.