Marco, un italo-americano, ingresa en la Academia de Tecnologías Especiales, tras asistir a una escuela secundaria técnica pública. Después de su graduación, Marco entra en el Ejército Regular, concretamente en el escuadrón de los Peregrine Falcons (PF para abreviar), una fuerza de ataque especial del ejército. Rápidamente, destaca en esta unidad por sus actos de servicio, conocido además por su severo entrenamiento, y convirtiéndose pronto en primer teniente y líder del PF.
Durante el primer golpe de Estado encabezado por el General Morden, Marco logró reunir los fragmentos de las fuerzas gubernamentales dispersas para volver a montar el escuadrón PF. En la batalla, encabeza la primera línea de ataque como líder de la resistencia contra Morden. Marco lucha heroicamente junto a su amigo y compañero del Ejército Regular, Tarma, y se convierte en el héroe que mata (prsumiblemente) a Morden y restaura la paz en el mundo . A través de sus logros, promociona en el escalafón militar hasta llegar al rango de comandante.
Marco celebró la victoria con el pelotón y junto con su amigo Tarma, verdadera piedra angular del escuadrón, aunque poco después tuvo que volver a participar en la misión secreta que finalmente aplastó el segundo golpe de estado de Morden, incluso antes de que pudiera comenzar. Liderando el escuadrón PF en medio de la reorganización del ejército de Morden, Marco arrasó las fuerzas del malvado ejército, así como los perversos planes del general.
Después de esa segunda misión, la renuncia de Marco fue denegada por sus superiores, pues la plana mayor del ejército insistió en su participación como líder de la misión de barrer los restos finales del ejército de Morden.
De una personalidad generalmente tranquila, rápidamente da paso a una temible furia ante la sola mención del General Morden, el asesino despiadado de sus amigos y compatriotas. Considerado por todos como el mejor agente del escuadrón PF, es también un empollón de la informática y la programación, cosa que no es vista con buenos ojos. De hecho, hace años un virus informático que creó por pura diversión, encontró la manera de llegar hasta el servidor central del ejército, rompiendo varios sistemas de seguridad y comprometiendo incluso los escalones más bajos del ejército. Esto provocó finalmente el lanzamiento de un misil nuclear, algo que nunca mencionará, no importa el número de cervezas que se haya bebido.
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