En Julio de 1992, Alpha Denshi sorprende con un título de lucha que a pesar de que no rivalizaría con otros grandes del momento como Fatal Fury 1 y 2, etc, acabó teniendo una aceptación muy buena entre los asiduos a los salones recreativos. Tanto fue así, que la saga acabó teniendo cuatro títulos, todos ellos con características técnicas y jugables cada vez más evolucionadas.

El argumento nos cuenta que en el año 3091, un científico llamado Dr. Brown ha inventado una máquina del tiempo, y la ha utilizado para reunir a los luchadores más fuertes de cada época de la historia de la humanidad. Su objetivo es dar a conocer al mejor luchador de todos los tiempos, y así poder vencer a Geegus, un alienígena que proviene del futuro que está dispuesto a destruir La Tierra...

Brillan con luz propia, aunque tenga influencias de algún otro juego. Los personajes tienen unos diseños que nos sonarán a ciertos luchadores de Street Fighter II. Podremos seleccionar a ocho personajes diferentes: Hanzou, Fuuma, Janne, Kim Dragon, Muscle Power, J. Carn, Brocken y Rasputin. El parecido razonable con aquel mítico juego no es casual. Dos personajes principales clónicos, una chica, luchador de lucha libre, otro con extremidades extensibles... El punto de partida desde luego parte de las ideas originales de Capcom, sin embargo los diseños son suficientemente originales y se utilizan unos colores vivos, dando un aspecto general muy bueno.

Los personajes están basados a su vez en personajes famosos. Sin embargo, dichos sprites tienen un tamaño más que aceptable y están bien detallados, compensando en cierto modo esa falta de originalidad.

Como punto negativo nos encontramos con las animaciones, siendo en esta entrega sumamente ortopédicas, de movimientos rígidos, recordando en cierto modo a otros juegos que adolecen de esta característica, tales como Galaxy Fight, por poner un ejemplo. Los golpes, los saltos... no dan un aspecto de naturalidad, de fluidez, siendo un aspecto que debería haberse trabajado mejor.

Los escenarios siguen la línea de acertada simplicidad del que hacen gala los sprites. Todos se basan en la época correspondiente al luchador asociado, y sin ser malos, no llegan a tener un nivel de detalle que pudimos ver en juegos como Fatal Fury o Art of Fighting. Pero convencen. En general, están muy bien planteados, con paletas de colores muy vivas, aunque carecerán de “vida”, pues las animaciones serán o muy pocas, o estarán mal hechas, con pocos frames en sus movimientos. El número de escenarios es elevado puesto que tendremos uno por cada luchador, incluido el final boss, y además contaremos con otra batería de escenarios en el modo Dead Match, aunque las diferencias entre los mismos apenas se materializan en forma de trampas diferentes y poco más. Incluso el público que anima en las peleas será siempre el mismo dibujo.

En cuanto a las ilustraciones, puede decirse que brillan por su ausencia, y salvo las correspondientes a los endings, no nos encontraremos con apenas nada al respecto.

Las melodías que se escuchan durante las peleas, a pesar de no tener la calidad de otras sagas antes mencionadas, cumplen a la perfección con su cometido de amenizar los combates. Curiosamente, la música más trabajada es la de los combates en el modo Dead Match, pero desgraciadamente al repetirse constantemente en los combates, nos acabará cansando al poco tiempo, desmereciendo pues la calidad sonora ofrecida.

Los efectos son muy buenos, completando el efecto visual de los golpes o magias. Destacan en especial las voces al ser diferentes para cada luchador, y tal es así que incluso nuestros dos protagonistas tendrán la suya propia.

Los personajes se controlarán con tan sólo tres botones. En el caso de puño o patada, la potencia del ataque vendrá determinada por el tiempo de pulsación de los botones:

Hay que decir que el manejo de los personajes es tan sencillo, que cualquier jugador estará a priori capacitado para encontrarlo interesante y entretenido. Un aspecto casi exclusivo, es que se le da más prioridad a los agarres, hasta el punto de que incluso podremos agarrar al rival estando algo más alejado de él, que en otros títulos. Asimismo, el daño será mucho mayor en este tipo de ataque, en comparación con los puñetazos o patadas.

Las fases de bonus estarán presentes en este título, siendo además un calco a las vistas en Street Fighter II. Nos encontramos con la típica machacabotones, en la que debemos esculpir la figura de un culturista a partir de una gran roca (recordemos la de destruir el coche en Street Fighter II), y una segunda de destruir vasijas de cerámica que van cayendo (más que semejante a la de los barriles, en el caso del juego de Capcom).

Su vida útil es muy adecuada, puesto que constará de dos modos de juego individual, además del modo versus. Estos modos son en primer lugar el modo historia al uso, en el cual nos enfrentaremos a un total de siete contrincantes más el final boss (no tendremos que luchar contra nuestro personaje alternativo), y en segundo lugar el modo Dead Match, un entretenido modo el cual en muchas ocasiones satisface más que el modo clásico, ya que consiste en luchar contra nuestros rivales en un ring lleno de trampas tales como cuerdas electrificadas, paredes con pinchos, minas, manchas de aceite en el suelo... Es un modo de lo más divertido puesto que a la lucha en si se le debe añadir el estar pendiente de no caer en dichas trampas y perder la ventaja.

Las partidas a dobles son igualmente entretenidas y cuentan con el aliciente de poder elegir entre esos modos de lucha. Como curiosidad, no podremos seleccionar a dos personajes iguales.

Aquí es cuando tenemos que analizar otros aspectos que hemos pasado por alto adrede. En primer lugar, la plantilla de luchadores es más bien escasa, con tan sólo ocho luchadores seleccionables. Además de la poca profundidad en la jugabilidad, también nos encontramos con una IA que a pesar de ponernos las cosas difíciles en más de una ocasión, permite acabar el juego aprovechando muchas rutinas fáciles de memorizar y contrarrestar, en el caso de los rivales controlados por la CPU. El final boss de hecho, será uno de los más fáciles de derrotar, en comparación con el resto de villanos made in SNK.

Todo esto hace que en suma, acabe cansando en poco tiempo, pudiendo acudir a las sucesivas entregas, las cuales fueron mejoradas en muchos aspectos.

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