Trash Rally es una divertida y original propuesta de Alpha Denshi, en la cual el jugador podrá ponerse a los mandos de algunos de los coches de rallies más potentes de la época y así poder participar en unas disputadísimas carreras que nos llevarán a lo largo de diferentes localizaciones del planeta. Se divide en dos pruebas a elegir, una, el campeonato mundial de rallies, compuesto por cinco fases de creciente dificultad, y la segunda, una larga prueba al más puro estilo Paris-Dakar, donde el jugador tendrá que llegar a tiempo a la meta a través de un largo recorrido por África, dividido en varios checkpoints.

A pesar de no tener licencia del WRC, desde el principio notaremos similitudes más que obvias con los pilotos y coches del momento, apareciendo iniciales o apellidos similares, colores de coches semejantes... Es un aliciente que el jugador agradecerá para una mayor inmersión en las careras.

Trash Rally no destaca precisamente por tener unos buenos gráficos (basta fijarse en el pequeño tamaño de los vehículos en pantalla), sin embargo la fórmula que propone es acertada. Siempre teniendo en cuenta que nos encontraremos con unos escenarios no muy recargados, Alpha recurre a la cámara cenital para el desarrollo de la partida, y de esta manera contamos con una vista perfecta de lo que va ocurriendo tanto delante como detrás de nuestro vehículo. Será algo necesario pues encontraremos rivales a los que adelantar, y otros a los que esquivar ya que pretenden pasarnos. Contiene algunos efectos gráficos, como la aparición de aeronaves en algunas fases, animaciones de los decorados (público y animales varios), y sobretodo el zoom que aparece si realizamos cualquier salto durante la carrera.

Todos los escenarios, tanto las fases del campeonato mundial como las relativas al continente africano serán muy variadas unas de otras, y sólo en alguna ocasión veremos que el juego comparte alguna parte del decorado en circuitos diferentes (caso del río) pero en general, las fases son de factura muy cuidada. Cada localización tiene su climatología única, su propia fauna y su propia orografía única y apropiada en cada caso.

El sonido adolece de una simplicidad clara, aunque no por ello este apartado resulta ni mucho menos prescindible. Tenemos que distinguir entre lo que son las melodías y los efectos especiales. Las melodías son pegadizas, y acompañan muy bien el transcurso de la carrera, el cambio de fase o las puntuaciones, pero los efectos sonoros, como el sonido del motor tanto en aceleración como el aumento de revoluciones durante un salto, el sonido al pasar por agua, etc, demuestra que aquí lo importante es el crono y no los sonidos realistas. Incluso se comparten los mismos efectos de motor entre algunos vehículos de la plantilla a elegir.

La jugabilidad es de lo mejor, y tanto es así, que engancha nada más probarlo. Si bien tanto gráficamente como en el apartado sonoro, no ofrecía innovaciones dignas de mención, el sistema de juego y el control del vehículo subsanan esas carencias:

Primero seleccionaremos el nivel de dificultad al que queremos competir (siendo las dificultades ajustadas, aunque algo elevadas, incluso en el modo fácil), tras lo cual podremos elegir una serie de vehículos con características bien diferentes, (aceleración, resistencia o agarre de los neumáticos) con lo cual con ambas selecciones podremos configurar la partida perfectamente a nuestro gusto.

Nos ofrece como plato fuerte, poder tomar parte del campeonato mundial en una serie de carreras que tendrán lugar en diversos países y donde se celebran algunas de las carreras del campeonato real. De esta manera, visitaremos cinco lugares: Mónaco y sus carreteras heladas, el difícil trazado del Rally Acrópolis, las salvajes carreteras del Rally Safari de Kenia, los desiertos del Medio Oriente y finalmente el complicado Rally de Gran Bretaña

La mecánica hará que no sólo tengamos que ir rápido mirando el crono, también nos veremos obligados a ir esquivando obstáculos que nos encontraremos en el camino: coches en pista, matorrales, aceite, animales... y es que incluso tendremos que ir con cuidado con los coches a los que adelantemos, ya que el más mínimo error hará que si chocamos contra ellos (y dicho sea de paso, contra cualquier otro obstáculo) hará que nuestro coche o bien disminuya drásticamente la velocidad o haga un trompo y quede en punto muerto.

Además del campeonato del mundo, el juego nos ofrece la posibilidad de competir en el rally Paris-Dakar, una larga carrera que constará de seis largas etapas seguidas sin descanso, a través del continente africano en la cual nos aparecerán tres vehículos más a elegir, muy típicos en la prueba real: un buggy, una moto y un camión, todos ellos con sus características bien diferentes unos de otros. En esta prueba deberemos ser muy cuidadosos y no fallar más de un par de veces o nos será imposible llegar a meta en el tiempo límite.

En general el manejo de los vehículos es fácil y divertido, siempre acorde a las características del coche seleccionado. A través de sus curvas imposibles y su variedad de recorridos, el título pone a prueba al jugador mediante rápidos virajes o esquivas los cuales constantemente nos harán cambiar de trazada.

Como curiosidad, destacar que se permiten partidas a dos jugadores mediante el cable link, para lo cual necesitaremos dos copias del juego, dos consolas, dos televisores, dos mandos y el mencionado cable el cual se conecta a ambos cartuchos.

En definitiva, da lo que quería ofrecer desde un primer momento: diversión asegurada sin demasiado despilfarro técnico, eso si, asegurando el disfrute de cada metro recorrido por los parajes característicos tanto del WRC o del París Dakar ajustados en gran medida a la realidad.

Es el otro gran punto fuerte, ya que a pesar de que el trazado no disponga de rutas alternativas, y que pasarse el juego sea excesivamente rápido, la posibilidad de elegir diferentes vehículos o de elegir una de las dos grandes pruebas, hace que el jugador desee una y otra vez ponerse a prueba en este juego de conducción. No encontraremos vehículos excesivamente detallados, o melodías de ensueño, pero aqui Alpha demuestra que no siempre deben ir de la mano la innovación tecnológica con la diversión, y que a veces sólo es cuestión de llevar a cabo una buena idea para conseguir un buen producto. Dicho esto, es altamente recomendado para los que deseen tener un título en su colección con el que jugar frecuentemente.

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