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Hablar de Metal Slug es hablar de la leyenda hecha  videojuego en 2D, y de hecho nada más mencionar estas dos palabras, al jugador le vendrán a la mente aquellas partidas realmente emocionantes que nos regaló Nazca en su momento, tanto por espectacularidad como por excelente jugabilidad.

Hacer una conversión de un juego para una portátil nunca es una tarea sencilla, pues de todos es sabido que la falta de potencia de ésta en relación a un sistema tradicional, lleva aparejado una menor calidad técnica. En este sentido, SNK no sólo tenía que hacer un port de un título legendario, sino que también debía mostrar al público las propiedades de la portátil, convertir esta conversión en el buque insignia de la NGPC.

El resultado es sorprendente. En mayo de 1999 en Japón y cinco meses más tarde en el mercado occidental, sale a la venta el ansiado Metal Slug: First Mission, un juego que desde el primer momento nos recordará a los títulos de la saga para la hermana mayor de la Pocket. Desde las artes del juego (manual, insert...) hasta el apartado técnico en general, todo está estudiado al milímetro para que podamos disfrutar de un auténtico Metal Slug, y volver a experimentar unas partidas tan frenéticas como lo podían ser en su versión original.

El juego está hecho con todos los ingredientes que se le podría pedir. En esta ocasión la acción se adapta a lo que “pide” un juego de portátil, y es la variedad que dentro de una misma misión puede haber entre el más puro shooter o al género de plataformas.

Asímismo se añaden nuevas características como la barra de salud, o la recogida de ítems, los cuales nos pueden dar armas y municiones, puntos, aumento de la barra de salud o aumento en el número de continues. En suma, un apartado gráfico y sonoro excelentes y basados en el original, una jugabilidad envidiable, posibilidad de recorrer fases diferentes en cada nueva partida, o desbloquear un personaje jugable, son sólo algunas de las sorpresas que este título nos tiene preparados.

Sin duda este título aprovecha al máximo el potencial de la portátil, pues en ocasiones las fases tienen unos backgrounds que bien parecen propios de otro sistema. La estética es exactamente la misma que los títulos originales, y de hecho podremos reconocer durante prácticamente toda la partida, los sprites más emblemáticos de la saga. Desde los personajes que se dan cita en el juego (el soldado raso, los prisioneros, el propio protagonista...) hasta los vehículos (tanques, aviones, helicópteros...). Los disparos e ítems en general también seguirán esa estética creada desde el primer título de la saga, lo cual como decimos, hará que nos familiaricemos con el juego desde un primer momento.

Como pequeño “pero” que no por ello eclipsa el extraordinario apartado gráfico, es el hecho de que al no disponer de las capacidades de una consola AES, por ejemplo, no vamos a ver tantos sprites en pantalla como podíamos ver en otros títulos. Aquí podremos ver situaciones igualmente comprometidas para la barra de salud de nuestro protagonista, pero en ningún caso seremos testigos de una lluvia de disparos o efectos gráficos avanzados, como es obvio. Aún así, cabe señalar que de haber bastantes sprites en pantalla, podrá notarse una pequeña ralentización de la acción.

El sonido es igualmente extraordinario. Las melodías, cuidadas hasta el más pequeño detalle, realmente se identifican como pertenecientes a la saga, con un aire en todo momento bélico y de ritmo rápido, muy acorde a la acción de la pantalla. Desde la intro hasta el final de cada fase, cada música será recordada por el jugador de partidas anteriores, siendo totalmente fieles a las originales.

Los efectos de sonido siguen esta línea. Los disparos, las explosiones o el cambio de arma, todo evoca a los sonidos del juego original, y todas están fielmente reproducidos por el altavoz de la portátil.

Sin duda es el apartado fuerte del juego. El control del personaje es sencillo y sumamente eficaz, y la trama alterna sabiamente dentro de cada fase, partes donde la puntería es lo más importante, con otras en las que el plataformeo se vuelve imprescindible para salir airosos de la misión. Todo esto unido a que vamos a poder dirigir vehículos como el Metal Slug o el avión, haciendo que el juego acabe siendo tan variado y entretenido, que realmente no seamos conscientes del tiempo que llevamos jugando. Y es que no podía ser de otro modo, First Mission hace gala de todo el potencial que puede tener un título de la saga, y poco importa que en esta ocasión sea para una portátil.  El título pretende divertir y de hecho lo hace de manera apabullante. A todas luces estamos ante uno de los imprescindibles del catálogo.

En esta ocasión, jugabilidad y rejugabilidad van de la mano. Por una razón bien sencilla a la vez que efectiva, y es que el juego se ha diseñado para que podamos recorrer rutas alternativas, siguiendo un camino u otro en función de que logremos acabar o no la misión con el vehículo que nos han asignado.

También hay que destacar que se debe tener en cuenta que al tratarse de un título tan depurado, invita una y otra vez a ser jugado de nuevo, y tratar por ejemplo, de ser completado en el siguiente nivel de dificultad.

El juego además  cuenta con otro aliciente, y es que una vez terminado, aparte de poder seleccionar “sp continue” (continue especial) en el cual seguimos con la barra de vida tal y como la desarrollamos en la última partida, también desbloquearemos un nuevo personaje jugable.

No disponibles.

Al acabar la partida, podremos comenzar un "especial continue" en el cual recuperamos desde el principio nuestra barra de vida desarrollada anteriormente. Asimismo, podremos seleccionar un nuevo personaje.